
Niñas participando en la inauguración del memorial en homenaje a Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Nattino. Fotografía gentileza de Luis Arellano.
“(…) como tercera generación, los quiero invitar a hacerse parte. Me haría sentir feliz y conmovida el poder integrar experiencias sensibles, de personas que trabajen esta temática a través de proyectos creativos. Enterarme del qué, el por qué y el cómo. Por que esta es mi forma de hacer activismo, este es mi lenguaje y mi invitación a no olvidar”, fue el mensaje de Camila Guerrero Aliaga en una nueva conmemoración del asesinato de Manuel Guerrero Ceballos, José Manuel Parada y Santiago Nattino». (Texto íntegro)
He aquí un nuevo 29. Heme aquí nuevamente compartiendo mis reflexiones en la virtualidad. Desde mi posición nómade, lejos de esa esquina donde el horror, el secuestro, la conmemoración y el amor se funden hoy día.
Nuevamente estoy con mis vestidos color memoria. Atavío del que me he prendido en las distintas etapas de esta vida en curso. Compartiendo de canto y vela, criticando desde el análisis individual y colectivo. Funando de grito y cacerola, ciega de lacrimógena y guanaco, reflexionando en el silencio. Aventurándome en otro continente, dejándome llamar sudaka, también privilegiada. Conteniendo Guerrero como apellido; siendo amiga, hermana, hija; nieta.

Homenaje a Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Nattino. Fotografía gentileza de Tatiana Ríos.
La herida del fascismo y el genocidio fue tan profunda, que logró atravesar la piel de varias generaciones. De rebote nos generó una nostalgia heredada, una búsqueda eterna del Itaca, nos hizo parte de una siniestra odisea reconstruida. Pero también producto a la dicotomía de la que nos hicieron parte, en base a historias crudas y oscuras, historias de amor, horizontalidad y empatía. Provocó que nos hiciéramos parte de un trabajo constante con la memoria.
El que esta tercera generación de la que formo parte, haya crecido uniendo piezas, aporta otra sensibilidad, nuevas perspectivas, diversos lenguajes, nuevos problemas y así también nuevos puntos de activismo social. Sin querer queriendo, durante toda mi formación académica creativa, tanto mi historia política familiar como la memoria, ha sido uno de los temas que siempre ha estado flotando, amable, paciente, a la espera de que lo tome. Sin exigencias, sin politiquería de diálogo duro. Me abre puertas para que lo trabaje con mis propias herramientas, con mi propio lenguaje e imaginario.
Es por esto, que ahora pronto a finalizar mis estudios en Fotografía, me he propuesto a trabajar con ello. Y para esto, como tercera generación, los quiero invitar a hacerse parte. Me haría sentir feliz y conmovida el poder integrar experiencias sensibles, de personas que trabajen esta temática a través de proyectos creativos. Enterarme del qué, el por qué y el cómo. Por que esta es mi forma de hacer activismo, este es mi lenguaje y mi invitación a no olvidar.
Así que vayan en patota, en familia o bien mal acompañao, a dejar una velita a Los leones con El vergel, que hoy sí que sí tenemos memorial.
Cultivemos memoria amigos, para que así florezcan sueños voladores.
Besos y abrazos,
Camila Anaïs Guerrero Aliaga
Estocolmo, 29 de marzo 2016
(Camila tiene 23 años, es hija de Manuel Guerrero Antequera y nieta de Manuel Guerrero Ceballos, vive y estudia entre Barcelona y Estocolmo; hija de la diáspora o de la rosa de los vientos)
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