Palabras de la presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, Margarita Romero, en el VI Seminario Internacional sobre Colonia Dignidad «A 60 años de la creación de Colonia Dignidad. Las redes de protección política y la perpetuación de la impunidad”.

Buenas tardes a todas y todos,

Para mi es un gusto saludarles, agradezco vuestra participación en esta importante actividad para nuestra Asociación, el VI Seminario Internacional sobre Colonia Dignidad “A 60 años de la creación de Colonia Dignidad. Las redes de protección política y la perpetuación de la impunidad”.

 Hace seis años un grupo de sobrevivientes del terrorismo de Estado ejecutado por la dictadura chilena en colaboración con la Colonia Dignidad, familiares y amigos de víctimas, abogados y profesionales, decidimos crear la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad.

Siguiendo el camino abierto por muchas organizaciones que en Chile trabajan en torno a sitios de memoria, asumimos el deber de buscar verdad, justicia y memoria para la sociedad chilena en su conjunto.

Es un trayecto que hemos recorrido no sin dificultades, pero en el cual hemos encontrado diversos aliados que ven en esta iniciativa un espacio desde donde contribuir a las garantías de no repetición, y que en el escenario actual de graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado chileno desde el 18 de octubre en adelante, resultan urgentes.

En nuestros cortos años de vida hemos logrado la declaración como Monumento Nacional del predio de Colonia Dignidad y de los documentos desde allí incautados, que incluyen las fichas del archivo de inteligencia, y trabajamos hasta  conseguir que éstos cuerpos documentales fueran trasladados y  puestos al acceso público en el Archivo Nacional, donde hoy pueden ser consultados.

Con persistencia hemos estudiado la documentación incautada, y ello nos ha permitido iniciar acciones judiciales que buscan establecer la verdad de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en la Colonia Dignidad, determinar responsabilidades, y acercarnos al destino de nuestras compañeras y compañeros desaparecidos por la dictadura en ese lugar.

Aunque nuestra Asociación es joven y pequeña, quienes la integramos tenemos una larga trayectoria por la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, podemos decir que lo ocurrido en Colonia Dignidad, no sólo durante la dictadura, sino antes de ella y con posterioridad, excede lo que hemos conocido en otros recintos de detención.

Todo lo que hemos logrado conocer y entender sobre la Colonia Dignidad, continúa resultando insuficiente porque se trata de un caso de articulación criminal que trasciende las fronteras de nuestro país.

El día de ayer realizamos el foro sobre la película “La Colonia” de Orlando Lübbert, quien en 1986 muestra las redes de colaboración y apoyo de la Colonia en Alemania, y cómo entonces el testimonio de nuestra querida Adriana Borquez, sobreviviente e integrante de nuestra Asociación hasta su fallecimiento el año pasado, era atacado y sometido al descrédito.

Por eso es que desde el año 2014 venimos organizando estos seminarios sobre la Colonia Dignidad, donde buscamos difundir las violaciones  a los derechos humanos cometidas por la dictadura en colaboración con ese enclave, y a la vez interpelar a quienes puedan sumarse a la investigación sobre este caso, con el fin de conseguir verdad, justicia y memoria.

En este sentido, nuestra tarea es sobre todo ética y política, pues busca refrendar el compromiso irrestricto que la sociedad chilena debe expresar con la lucha contra la impunidad y la consagración de los derechos humanos.

En este VI seminario, hemos querido abordar un aspecto que nos parece fundamental para entender los obstáculos que se enfrentan para conseguir verdad, justicia y memoria por los crímenes perpetrados por la dictadura en complicidad con la Colonia Dignidad, aunque no únicamente.

Se trata de las redes de protección y apoyo que hasta el día de hoy amparan al enclave alemán, tanto en Chile como en Alemania.

Sabemos que son preguntas incómodas, más aún cuando el parlamento alemán interpeló a su propio Estado para abordar una deuda que ya no puede esperar, y se están llevando a cabo diversas acciones de las que hasta el día de hoy desconocemos su alcance y coordinación con el Estado chileno.

La opacidad que continúa cubriendo a todas las gestiones en torno a la Colonia Dignidad es el mejor ejemplo de que transcurren los años, pero al parecer las prácticas de secreto y ocultamiento siguen siendo las mismas.

Vemos con preocupación que prevalece un escenario de impunidad sobre los crímenes que se cometieron al interior de la Colonia.

En términos de verdad y justicia se ha avanzado muy poco,  Alemania está concentrada en acciones que no abordan estos aspectos, de hecho no ha colaborado con la justicia chilena, al contrario han ocurrido hechos tales como la liberación de todo cargo en Alemania  para Harmut Hopp  quien fue el segundo hombre de Colonia Dignidad en los noventa y brazo derecho de Paul Shaeffer, implicado en múltiples crímenes, incluyendo torturas y desaparición de prisioneros políticos de la dictadura, y  condenado en Chile por participación en crímenes de pedofilia.

Por otro lado la justicia chilena, ha sido lenta e ineficaz para investigar los crímenes de la Colonia, muchos antecedentes sobre lo que ocurrió con prisioneros políticos detenidos desaparecidos en ese lugar se encuentran en los expedientes de los procesos judiciales, sin embargo estos no han sido investigados y continúan siendo ignorados mientras los perpetradores permanecen  en el silencio de la impunidad.

No queremos, ni aceptamos ese silencio. Por eso hoy hemos organizado dos mesas, una referida a las redes tejidas por la Colonia en suelo alemán, y otra dedicada a los apoyos y complicidades con sectores de la sociedad chilena.

Quiero saludar especialmente y agradecer la participación en esta primera mesa de discusión sobre  “Las redes de protección alemanas de Colonia Dignidad”. A Jens Christian Wagner, a Winfried Hempel, Erick Zott y Loreto López.

Por último, quiero agradecer al Instituto de la Comunicación e Imagen, a la  Escuela de Periodismo, a la Facultad de Ciencias Sociales y a la Catedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile por su participación y apoyo en la organización de esta actividad. También agradecer el apoyo de la red de Sitios de Memoria de Chile, de la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia y de Memoria Abierta Argentina.

Gracias

 

 

 

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