El pasado 15 de diciembre la Corte Suprema de Justicia dictó sentencia definitiva por el secuestro calificado del joven militante comunista Pedro Merino Molina, detenido en Coronel el día 14 de septiembre de 1974. La sentencia detalla que Pedro Merino, tras su detención, fue llevado a Colonia Dignidad, donde fue encerrado e interrogado durante al menos un mes. Posteriormente fue trasladado a Cuatro Álamos, desde donde se pierde su rastro, figurando desde entonces como detenido desaparecido.
La Corte Suprema dictó condenas de cinco años y un día de presidio, sin beneficios, para Manuel Contreras Sepúlveda, Pedro Espinoza Bravo, Orlando Manzo Durán, Fernando Gómez Segovia, Manuel Rioseco Paredes y Sergio Apablaza Rozas, así como la absolución respecto al jerarca de Colonia Dignidad, Gerd Seewald Lefevre, quien falleciera en julio de 2014 en la cárcel de Cauquenes. Paul Schäfer, que también figuraba entre los acusados, falleció antes de la sentencia de primera instancia.
La Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad (AMCD) saluda el hecho de que Fernando Gómez Segovia y el jefe de Cuatro Álamos, Orlando Manzo Durán, dos criminales que previamente vivían en completa impunidad, ahora ingresarán a prisión gracias a estas condenas. Para el caso de Colonia Dignidad reviste especial importancia el encarcelamiento de Gómez Segovia, quien como jefe de la Brigada Regional Sur de la DINA, operaba desde una casa en Parral facilitada por la propia Colonia Dignidad.
Gómez Segovia había sido condenado previamente por el secuestro de Adriana Bórquez a una pena remitida de tres años y un día. Este criminal fue una persona clave en la alianza nefasta entre la DINA y Colonia Dignidad, responsable de un sinnúmero de crímenes de lesa humanidad entre 1973 y 1977.
Como AMCD, al mismo tiempo lamentamos profundamente que con esta sentencia se mantenga inalterado el hecho de que hasta el día de hoy no exista condena definitiva a prisión efectiva contra ningún jerarca de Colonia Dignidad por crímenes de lesa comunidad cometidos en el predio germano durante la dictadura cívico-militar.
Por ello, hacemos un llamado al Poder Judicial a profundizar en las investigaciones relacionadas con violaciones a los derechos humanos perpetradas en Colonia Dignidad y a dictar sentencias acordes con la gravedad de los hechos.
De acuerdo con la sentencia, «está acreditado que el encierro posterior a la detención de Pedro Juan Merino Molina se realiza en Colonia Dignidad debido a la colaboración directa entre los jerarcas de ese centro de colonos alemanes y agentes del Estado de Chile […] con quienes los primeros cooperaban en la ejecución de planes de persecución, privación de libertad y eliminación de un grupo determinado de civiles, motivados los agentes en fundamentos políticos o ideológicos; y que, en este caso, se traduce en la colaboración de los jerarcas alemanes de Colonia Dignidad de proporcionar el lugar del encierro dispuesto como centro clandestino de detención para la víctima por los jefes nacionales y el regional de la DINA».
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