Colonia Dignidad, hoy llamada Villa Baviera, es un asentamiento de colonos alemanes que en 1961 arribaron a Chile liderados por Paul Schäfer, quien en la época era investigado por abuso sexual de menores en Alemania. Desde su instalación en el país, la Colonia se organizó como una comunidad cerrada y relativamente aislada de su entorno, imponiéndole a sus integrantes un sistema de vida caracterizado por el control psicosocial, el trabajo esclavo y el abuso sexual contra niños alemanes y chilenos de los alrededores. Simultáneamente, consolidó una red de apoyo hacia el exterior que trascendió los límites del país llegando a extenderse hacia Alemania.
El poder acumulado por Colonia Dignidad desde los años 60 hasta avanzada la década de los 90, unido a la ausencia de control estatal sobre sus actividades, sugieren que en varios aspectos operó como un estado dentro de otro Estado. Estas características y los vínculos que Colonia Dignidad mantenía con grupos opositores al gobierno de la Unidad Popular, permitieron que tras el Golpe de Estado de 1973, estableciera una activa colaboración con la dictadura cívico-militar chilena, llegando a constituirse en un recinto de detención, donde se ejerció la represión a través de la tortura, el asesinato y la desaparición de personas.
Gracias a los recursos disponibles en Colonia Dignidad, su colaboración con la actividad terrorista de la dictadura se expresó también en actividades de espionaje e inteligencia, el ingreso de armamento y producción de armas químicas y de fuego, así como el entrenamiento a agentes de las fuerzas armadas y otros organismos.
La relación entre Colonia Dignidad y la dictadura cívico-militar chilena es una de las experiencias más complejas de coordinación entre el Estado y la sociedad civil para ejercer el terrorismo de Estado, en el cual además están involucrados ciudadanos extranjeros.
Entre los distintos desafíos que esta situación presenta para el procesamiento del pasado, se encuentra la reflexión en torno a las formas en que la justicia permite determinar la responsabilidad penal de colaboradores civiles -personas naturales o jurídicas- con las acciones criminales cometidas por la dictadura. Esta realidad advierte que cada vez más resulta insuficiente considerar las violaciones a los derechos humanos como acciones desarrolladas exclusivamente por fuerzas militares con independencia de agentes de la sociedad civil.
Una expresión elocuente de la colaboración prestada por la Colonia Dignidad, se observa en los archivos incautados desde ese lugar los años 2000 y 2005, los que constituyen el primer caso conocido de un archivo de la represión desarrollado por agentes no estatales y no militares en todo el Cono Sur. Sin embargo las preguntas y formas de manejo de esa documentación pueden asemejarse al trabajo con archivos de inteligencia de las policías y las Fuerzas Armadas, como ya ha ocurrido en algunos países de la región.
El involucramiento de civiles en la comisión de crímenes de lesa humanidad en Colonia Dignidad, reviste además la doble complejidad que supone para el presente el procesamiento de un pasado con distintas víctimas, pues quienes sufrieron el sistema opresivo impuesto por Paul Schäfer, que vulneró sus derechos, son además testigos de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura.
Es por ello que el III Seminario Internacional sobre Colonia Dignidad, estará dedicado a reflexionar y discutir en torno a las formas en que la justicia puede avanzar en la determinación de responsabilidades jurídicas que involucran a la sociedad civil en la comisión de crímenes de lesa humanidad, las experiencias de trabajo con archivos que permiten aproximarse a la acción criminal, introduciendo además el problema de la narrativa histórica en un lugar con distintos pasados difíciles.
Organiza: Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad
Patrocina: Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
Cátedra de Derechos Humanos, Universidad de Chile
Casa de Conferencia de Wannsee
Auspicia: Ministerio de Relaciones Exteriores, Alemania
Ministerio de Relaciones Exteriores, Chile
Con el apoyo de: Fundación Heinrich Böll, Cono Sur
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